Manímero es un material compuesto que se incluye en las maderas plásticas y utiliza la piel rojiza que recubre el grano de maní, conocido como tegumento de maní, como carga de una matriz polimérica, recuperando este desecho agroindustrial y agregándole valor. Este material tiene una excelente performance en distintos procesos productivos, lo que facilita su aplicación en distintos usos, entre ellos, la arquitectura no estructural, objetos de uso doméstico y decorativo y mobiliario.
Córdoba, en su región sudoeste específicamente, registra la mayor concentración de producción de maní para exportación y descarta, aproximadamente, 10 mil toneladas de tegumento anuales. La innovación consiste en su aplicación del tegumento como carga para un nuevo material. Así, se puede reutilizar como materia prima de una nueva cadena productiva.
A su vez, con el uso de polímeros, se obtiene un material compuesto con variabilidad en su dureza, posibilitando su aplicación en objetos rígidos y flexibles apto para ser conformado por medio de distintos procesos productivos como inyección, extrusión y rotomoldeo.
La novedad de este proceso es que reduce el volumen de este desecho a partir de su reutilización, generando un nuevo material compuesto de industria nacional, sector casi inexplorado por la industria local. Además, se aprovecha la cercanía entre el residuo desechado y las grandes industrias del plástico en la provincia de Córdoba, lo que permite fomentar un polo productivo de vanguardia, con la posibilidad de comercializarlo en el mismo formato de los polímeros actuales utilizando los canales ya establecidos.
Este proyecto fue el resultado de una tesis de grado de la carrera de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba, a cargo de Ana Martínez Carranza, Carolina Sedran y Valentina Santellán Árbol, en colaboración con la Facultad de Ciencias Exactas de la misma universidad y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Córdoba, en su región sudoeste específicamente, registra la mayor concentración de producción de maní para exportación y descarta, aproximadamente, 10 mil toneladas de tegumento anuales. La innovación consiste en su aplicación del tegumento como carga para un nuevo material. Así, se puede reutilizar como materia prima de una nueva cadena productiva.
A su vez, con el uso de polímeros, se obtiene un material compuesto con variabilidad en su dureza, posibilitando su aplicación en objetos rígidos y flexibles apto para ser conformado por medio de distintos procesos productivos como inyección, extrusión y rotomoldeo.
La novedad de este proceso es que reduce el volumen de este desecho a partir de su reutilización, generando un nuevo material compuesto de industria nacional, sector casi inexplorado por la industria local. Además, se aprovecha la cercanía entre el residuo desechado y las grandes industrias del plástico en la provincia de Córdoba, lo que permite fomentar un polo productivo de vanguardia, con la posibilidad de comercializarlo en el mismo formato de los polímeros actuales utilizando los canales ya establecidos.
Este proyecto fue el resultado de una tesis de grado de la carrera de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba, a cargo de Ana Martínez Carranza, Carolina Sedran y Valentina Santellán Árbol, en colaboración con la Facultad de Ciencias Exactas de la misma universidad y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
FUENTE:
http://www.argentina.ar/temas/ciencia-y-tecnologia/16404-cientificos-argentinos-desarrollaron-un-material-que-reemplaza-al-plastico-y-la-madera
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